REFLEXIÓN
Como futuros docentes, es muy importante conocer las creaciones artísticas que ha ido construyendo y creando el hombre a lo largo de los años para poder enseñarlo perfectamente a los alumnos y alumnas.
Al igual que nosotros, los niños y niñas pueden apreciar como la sociedad y los acontecimientos que han ocurrido en el mundo han influido en las creaciones artísticas y musicales de cada época, dejándonos un gran legado en el que hoy en día podemos encontrarlo en la calle, museos, edificios, etc. Con todo esto, comprendemos el entorno que nos rodea.
Por eso, los niños y niñas necesitan conocer, entender y aprender estos aspectos para conseguir su desarrollo integral. Conociendo el entorno que les rodea los alumnos y alumnas se sitúan en él, se sienten más cómodos y seguros de sí mismos, lo que hace que aumente su autonomía. También, se consigue que los alumnos y alumnas comprendan que el paso del tiempo es continuo, pero que los acontecimientos que van ocurriendo en nuestra sociedad hacen que empiece a cambiar el concepto de la vida.
Además, aparte de trabajar, como se ha mencionado en el apartado anterior, el patrimonio como medio para conocer el entorno que nos rodea a través de él también podemos trabajar los valores, sentimientos y emociones. Por ejemplo: a través de la obra de El grito de Edvard Munch podemos trabajar el miedo.
En conclusión, es nuestra tarea como educadores transmitir a los niños y niñas todos los elementos y saberes culturales para lograr que estos y estas lo valoren y conserven como parte de sus raíces. Esto es una tarea común de la sociedad pero en especial de las familias y, nosotros, los docentes. De esta forma conseguiremos que estos saberes se vayan transmitiendo de unos a otros conforme va pasando el tiempo. Es necesario compartir los aprendizajes.