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Teoría y reflexión

 

 

  La metodología por proyectos es una alternativa en la que se parte de los intereses, necesidades y problemáticas planteadas por el alumno o alumna a partir de las características contextuales particulares. Es decir, los proyectos son investigaciones realizadas en el aula con los niños y niñas que suelen surgir de cualquier acontecimiento causal, una experiencia provocada por el profesor o un centro de interés que afecta a la vida del colegio. Por eso, los proyectos no tienen una temporalización fija. Acaban cuando los alumnos y alumnas dejan de mostrar interés por la temática que se está trabajando o simplemente porque surge otra temática que les resulta interesante a los niños y niñas.

 

    Tiene como antecedentes la teoría psicogenética, de la cual depende el enfoque epistemológico constructivista. Los niños y niñas van construyendo su propio aprendizaje. Este método didáctico se fundamenta en los trabajos de John Dewey y Kilpatrick.

 

   Además, se debe mencionar que los proyectos suponen un reto para la interdisciplinaridad pues permiten adquirir conocimientos de las diversas áreas o disciplinas a través del desarrollo de la investigación basada en el interés central y que se va enriqueciendo en la medida que se va integrando en el mismo las diferentes partes del currículum. Por su parte, la expresión artística contribuye de manera significativa al desarrollo del proyecto, siendo el eje de los aprendizajes, procedimientos y contenidos.

 

    También, se puede apreciar una serie de etapas a la hora de realizar un proyecto. En primer lugar, se identifica el problema: se plantea la temática y se realizan las preguntas previas de ¿Qué sabemos del tema? y ¿Qué queremos saber? De ahí, se pasa a la búsqueda de información por parte de los alumnos y alumnas, en este caso es recomendable que participen las familias ayudando a investigar a sus hijos e hijas. A continuación, se planifica y se diseñan las actividades que se pueden llevar a cabo. Después se realizan.  Finalmente, se realiza la evaluación de los niños y niñas, del docente y del propio proyecto y, si se desea, se divulga. Se trata de una metodología abierta, comprensiva y flexible.

 

   En Educación Infantil, nos encontramos con diferentes metodologías para que los alumnos y alumnas aprendan. Personalmente, considero que en la mayoría de los centros educativos  los maestros y maestras de Educación Infantil trabajan a través de los cuadernos de fichas y esto hace que los niños y niños se aburran rápidamente y no realicen un buen aprendizaje, pues es muy monótono y simplemente repiten lo que el docente les ha explicado. En mi opinión, la mejor metodología para trabajar en esta etapa educativa es la metodología por proyectos, pues hace que los niños y niñas sean los protagonistas de su aprendizaje, sintiéndose así más motivados, activos y participativos en las clases. Además se implica más a las familias y al resto del centro educativo en el aprendizaje de los alumnos y alumnas.

 

    Como he mencionado antes, el trabajo de proyectos hace que los alumnos y alumnas se sientan más motivados y participativos dado que están trabajando con contenidos y materiales que les son de gran interés. Los niños y niñas se vuelvan más autónomos y desarrollan su creatividad. Mientras que el alumnado es el protagonista y aprende haciendo, el docente es observador, guía y facilitador del aprendizaje. La relación entre el docente y los niños y niñas cambia ya que se vuelve más cercana al participar más el maestro o la maestra en las actividades.

 

     Además, es necesario que los padres y madres colaboren con el centro educativo para conseguir la educación integral de sus hijos e hijas. En esta metodología es de gran importancia la participación de la familia, puesto que son ellos los que tienen que ayudar a los alumnos y alumnas a investigar, hacer material y colaborar en las clases.

 

  Por otra parte, cabe mencionar que realizar el proyecto de La Vuelta al Mundo (Anexo 2 y http://alanpelusigui.wix.com/alanpelusigui) nos ha permitido conocer más acerca de esta metodología y hemos aprendido a desarrollar un proyecto, intentando pensar qué dirían,  harían y cómo actuarían en determinadas situaciones. Esto nos anima a que, en el futuro cuando trabajemos, apliquemos esta metodología en nuestra aula.

En conclusión, los docentes no deberían sentir miedo a desarrollar en sus aulas esta metodología. A través de los proyectos los alumnos y alumnas aprenden descubriendo y haciendo, lo que hace que los niños y niñas realizan un buen aprendizaje significativo. La utilización de esta metodología tiene más puntos positivos que negativos por eso se debería implantar en más centros educativos.

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