Hace unos días saltó la noticia que un profesor español, César Bona, figura entre los 50 finalista del Global Teacher Prize, es decir, es el candidato a ganar un premio internacional que se considera el “nobel” de la enseñanza. En esos momentos, me pregunte: ¿Por qué es candidato? ¿Qué le hace diferente del resto de maestros? Me dispuse a investigar y halle la respuesta. La clave de su enseñanza es educar en valores. Personalmente, considero que es la mejor forma de enseñanza. Cesar Bona me ha recordado por qué me anime a estudiar magisterio.

 

   La escuela debería de ir más allá de la enseñanza de contenidos. Los centros educativos no están diseñados únicamente para el aprendizaje de unos contenidos educativos, también tiene que tener como objetivo crear a grandes personas. Uno de los pilares de la enseñanza de este magnífico profesor es la empatía y sensibilidad. Los alumnos y alumnas tienen que desarrollar ambos aspectos. Todo el mundo debería tener empatía y sensibilidad. Ponerse en el lugar de los demás e intentar ayudarles, contribuir en la sociedad, es algo que todos los docentes deberían enseñar a sus alumnos y alumnas. Con esta acción, nos aseguraríamos un mundo mejor basado en la igualdad y el respeto.  De ahí, nace su proyecto Children for animals (Niños para animales) en los que los niños y niñas a través de una plataforma digital defienden los derechos de los animales. Por lo tanto, ha hecho que los niños y niñas desde pequeños contribuyan en la mejora de la sociedad y el mundo. Unos alumnos crearon su propia protectora de animales.

 

   Por todo ello, animo a todos los futuros docentes y docentes desde mi pequeño espacio a innovar. Hay que mostrarles a los alumnos y alumnas que aprender no es algo aburrido y obligatorio, sino el aprendizaje es divertido y muy útil para el futuro. Hagámosles ver a los niños y niñas la importancia de llegar a ser grandes personas y contribuir en la sociedad.  No es necesario utilizar los libros para enseñar, hay infinitas maneras de enseñar a los niños y niñas, permitiéndoles desarrollar su imaginación y creatividad. Con todo lo mencionado, sólo me queda decir aprendamos de profesores como César Bona a desarrollar nuestra labor como docentes.